lunes, 29 de julio de 2013

Cristo Joven (Manos a la obra)


Una vez finalizado el trabajo de conocernos los monitores, llega la semana de conocer  a aquellos niños con los que viviríamos una semana maravillosa, sin olvidarnos como no de las amistades realizadas la semana anterior en el campamento de monitores. Cuando llegamos allí, nos asignaron cinco niños, a los cuales debíamos querer como si nuestros fueran, y así fue. Esos niños no sólo iban a jugar sino a  aprender como el amor hacia Dios puede ser más maravilloso de lo que ya lo era antes de aquel campamento. 
En aquella semana seguimos un pequeño horario, en este, teníamos unos "buenos días" tras el desayuno (en el que se trataron temas tan importantes como la vocación, la evangelización, la santidad, la pureza, la eucaristía, la oración...). 
Tras los "buenos días" había una pequeña gymkana, (menos el miércoles que fuimos al Coto de Doñana y el viernes que estuvimos preparando la Velada Final). Tras la Gymkana, normalmente íbamos a la playa menos el miércoles que como he dicho antes fuimos al Coto a pasar el día de baño con los peques...
Tras la playa, el almuerzo, que por cierto no veas que comilonas: patatas con huevo, verduras, pasta... comida cargada de muchas energías para seguir con el horario de por la tarde que era bastante agotador. Por la tarde gymkana, las "buenas tardes" en el que también se trataron temas tan importantes como los de antes: La familia, el trabajo, el servicio a los demás...
Tras las buenas tardes, playita algún día que otro, y las duchas, (el martes hubo una misa, en la capilla presidida por el padre Eloy, sacerdote de la parroquia de Nuestra Señora del Mar de los Bermejales (Sevilla))... bueno las tardes estaban bien, aunque lo peor llegaba tras la cena, la velada (que era un rato de convivencia) y las buenas noches...¡LA HORA DE DORMIR! en ese momento, siempre había un monitor encargado de esperar a que a los niños les rindiese el sueño y dejasen descansar a sus compañeros...SIN COMENTARIOS... fue difícil, pero lo conseguimos. Disfrutamos, Aprendimos, fuimos de hospitales un par de veces, hicimos gymkanas divertidísimas, como la casa del terror (en la que tuvieron un pésimo maquillador, y un montón de ganas de asustar a los peques) la gymkana de las citas bíblicas... fue una experiencia inolvidable. Sinceramente Gracias a Cristo Joven por mostrarme lo bello que es amar a mis hermanos más pequeños a través del amor que Dios nos proporciona a cada uno de nosotros. Gracias por darme a esos cinco niños que me acompañaron durante todo ese viaje, mi grupo era el amarillo clarito, yo preferí llamarle amarillo vaticano... es verdad que nos quedamos a las puertas de ganar, el equipo ganador fue el equipo rosa, monitorizado por María Meseguer... pero bueno, mis niños acabaron muy felices, Gracias Fran, Yanira, Alejandro, Carmen y Lola, por enseñarme tanto. Os quiero. 





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