La palabra amistad, es una palabra compuesta por tan sólo 7
letras, pero unidas forman el mensaje más bellos que Dios nos otorga “Amaos
unos a otros, como yo os he amado”. El amor entre dos amigos, puede llegar a
ser tan grande, que puede llegar a rozar la relación existente entre dos hermanos:
Un frasco de colonia se guarda en un cajón, el recuerdo de un amigo se lleva en
el corazón; además de que la amistad podríamos compararla con el mar, porque se
ve el principio pero no el final…
En mi vida he conocido, personas importantes en lugares
como: Lourdes, Colegio, Instituto, Oratorio, Seminario, en fin en el trayecto
de mi vida, en general.
Aquellas personas que aunque no nos veamos mucho, siempre
disponemos los unos de los otros, y siempre me acompañan más cerca de lo que
ellos imaginan, ellos están en mí, en mi corazón. La gente se queja mucho de
que soy muy selectivo con mis amistades, pero eso no es malo, sabes una cosa,
puedo decir, que cada una de mis amistades son verdaderas, que siempre están
ahí, cuando se les necesita, nunca fallan. Por ello, creo que es importante,
dedicarle tiempo, llamarlos, desearle lo mejor, y si no tienes tiempo para una
llamadita, una oración, por ellos. Porque quien sabe, a lo mejor ellos en ese
momento rezan por ti. El que tiene un amigo un tesoro, aunque en verdad os digo
que teniéndoos a vosotros ¿quién quiere un tesoro, si vosotros brilláis por el
mero hecho de ser la luz que ilumina mi vida? Os quiero mucho. Os necesito.
Amigo del alma…
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